¿Cómo Se trabaja las nuevas masculinidades?
Aunque la incorporación de los hombres en las estrategias de lucha
contra la violencia de género no es algo nuevo, en los últimos años está
cogiendo fuerza el trabajo en nuevas masculinidades y la incorporación del
hombre como un actor más activo en la erradicación de las diferentes violencias
que existen contra las mujeres.
Trabajar los derechos de las mujeres con la estrategia Masculinidades
Alternativas, mediante la promoción de investigaciones, espacios
de reflexión, formación y capacitación con hombres para trabajar las
desigualdades de género entre hombres y mujeres y la construcción
masculinidades alternativas, que supongan el cuestionamiento de su posición de
poder.
Desde los años 90 numerosos acuerdos internacionales como Cairo o
Beijing ya hacían una referencia expresa al papel de los hombres en la
promoción de “la igualdad de género en todas las esferas de la vida,
incluyendo a la familia y a la comunidad, llevando a los hombres a asumir su
parte de responsabilidad por su comportamiento en las esferas social, sexual y
reproductiva, así como por sus papeles social y familiar” (Programa de
Acción de la CIPD 1994).
Estas conferencias mundiales recogían también el compromiso de los
países y la responsabilidad de los Estados para formular políticas públicas
dirigidas a involucrar a los varones en la eliminación de los estereotipos de
género, erradicar la violencia, modificar la división sexual del trabajo
promoviendo las responsabilidades domésticas y del cuidado, la prevención de la
salud y el logro de la igualdad de género.
¿Pero de qué hablamos cuando decimos nuevas masculinidades? Al hablar de
nuevas masculinidades estamos hablando de lo que significa “ser hombre”.
No se puede olvidar que los hombres han sido formados en un contexto de
desigualdad donde su papel tiene que ser el ser fuertes, aguerridos, violentos,
autoritarios, diligentes cabezas de familia…ignorando todo lo que se
culturalmente está asociado a la feminidad. El resultado es perpetuar el orden
social en base a relaciones de poder asimétricas que garantiza la posición
social dominante de los hombres, y la posición social subordinada de las
mujeres.
Trabajar otra forma de entender los que significa “ser hombre” es
intentar cambiar las actitudes y prácticas de los hombres de manera
individual y colectiva para conseguir una sociedad igualitaria y el
equilibrio entre hombres y mujeres en las relaciones personales, familiares, en
las comunidades instituciones y entre las propias naciones. Esto no es un
trabajo sencillo, pues requiere deconstruir en poco tiempo lo que durante
siglos nos han venido contando.
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